El año 2023 acaba de terminar, lo que significa que es hora de empezar a mirar hacia adelante. La tecnología es ya inevitable en la vida cotidiana y la música no es una excepción. Entre nuevos descubrimientos y viejas certezas, queremos destacar algunas de las tendencias que caracterizarán 2024. Explorémoslas juntos en este artículo.
Inteligencia artificial: ¿hasta dónde llegaremos?
Como predijimos en nuestro blog, el año pasado se caracterizó por una fuerte tendencia hacia el uso de la inteligencia artificial. Muchos artistas se apoyaron en algoritmos durante su proceso creativo y en 2024 asistiremos sin duda a un aumento de este fenómeno. Sin embargo, es importante distinguir entre la IA "clásica", que se ocupa más de proporcionar apoyo al autor, y la IA generativa, que puede crear nuevos contenidos en cuestión de segundos sin intervención humana. Es comprensible que a muchos artistas les preocupe el segundo punto, ya que abre la puerta a que cualquiera grabe un éxito potencial. Las preguntas sobre la ética de la IA en la industria musical son muchas y el debate sigue abierto, pero sin duda vivimos en una era en la que lo imposible se hace posible. De hecho, "Now and Then", la última canción de los Beatles, creada con IA y cantada por el legendario John Lennon, salió a la venta hace unos meses. A pesar del escepticismo de algunos grupos, la respuesta de los fans a la nueva canción ha sido abrumadoramente positiva.
Géneros: la llegada de la música latina
El año musical que acaba de terminar ha confirmado una tendencia que no ha dejado de crecer en la última década: la música latina. Aunque ahora pueda parecer obvio, no siempre fue así. Si nos remontamos a 2013, no había ninguna canción latina en el Top 100 mundial de Spotify. En 2023, más de una de cada cinco canciones del Top 100 de la plataforma eran latinas. Desde que Spotify empezó a incluir a los países hispanohablantes, el número de personas que escuchan estos géneros ha aumentado de forma constante un 10% al año, lo que ha disparado los ingresos hasta la cifra récord de 1.100 millones de dólares anuales, según informa Campaign US.
Una explicación puede encontrarse en el progreso tecnológico. Gracias al aumento de la conectividad, la globalización y la inmigración, estilos y géneros que antes podían permanecer dentro de la comunidad local se están extendiendo por todo el planeta. De hecho, si bien el crecimiento de la música hispana comenzó a principios de la década de 2000, la expansión de las plataformas de streaming ha desempeñado un papel clave a la hora de convertir a los hispanohablantes nativos en un mercado crucial. A principios de la década de 2010, los artistas estadounidenses empezaron a mostrar más interés por la música latina y, en particular, por el reggaeton. Los sellos discográficos empezaron a fusionar géneros como el trap americano y el urbano, creando éxitos masivos que se hicieron virales en Spotify, YouTube y TikTok, como "Mi Gente" de J Balvin y Will I Am. Este cambio ha permitido a los artistas latinos hacerse populares a nivel mundial y ahora no tienen que mezclar inglés y español en sus canciones para triunfar en las listas de éxitos.
El (re)surgimiento de los Superfans
Con la llegada del streaming, la industria musical se vio obligada a cambiar su modelo de ingresos. Gracias a Spotify y plataformas similares, cualquiera podía empezar a escuchar toda la música en línea por el precio de un solo CD. Esto provocó que los grandes sellos discográficos se enfrentaran a tiempos difíciles durante la primera década de los 2000. Sin embargo, en los últimos años, un curioso fenómeno se ha establecido (o más bien restablecido) en la escena musical: el auge de los superfans. Estos fans no son sólo oyentes de música, sino personas que crean vínculos más fuertes con sus ídolos. Los superfans conectan con los artistas en plataformas de streaming y redes sociales, compran música o productos físicos y asisten a espectáculos en directo. Según un informe de Goldman Sachs de 2023, alrededor del 20% de los oyentes de música entran en la categoría de superfans, y se espera que esta cifra siga creciendo en 2024.
Una tienda de discos, la nueva-vieja moda
Si pensamos en la música de los 80 y los 90, prácticamente todos los fans podían considerarse superfans. Cualquiera que comprara un vinilo o una entrada para un concierto contribuía directamente a apoyar a su artista favorito. Hoy, como ya se ha dicho, el modelo de negocio es completamente diferente y los superfans son mucho más raros. Sin embargo, desde la pandemia, parece que cada vez más oyentes se convierten en superfans, casi sugiriendo cómo la música puede ser un poderoso apoyo en tiempos difíciles. Aunque la música en línea suele presentar una mezcla de lo antiguo y lo nuevo, los datos muestran que más del 60% de las ventas directas corresponden a lanzamientos actuales. Podría pensarse que la mayoría de la gente compra música antigua o clásica en este formato, pero según el estudio, la mayoría de las ventas son de productos nuevos, como vinilos y CD. Los vinilos, en particular, registraron un aumento del 25% respecto al año anterior. Además, en contra de lo esperado, los principales compradores de merchandising de artistas no son los nostálgicos de los 80 ni los jóvenes fans del pop y el rap: los fans más dispuestos a comprar más productos relacionados con sus ídolos son los de la Gen. Z, nacidos entre 1999 y 2010.
De cara al futuro, 2024 será un año crucial en el que la tecnología influirá significativamente en el panorama musical. La creciente popularidad de las plataformas de streaming y la llegada de la inteligencia artificial están permitiendo que la música alcance horizontes impensables hace tan solo unos años. Tanto si te gusta probar cosas nuevas como si te aferras a viejas pasiones, 2024 promete ser un año decisivo para todos los aficionados a la música.
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